Limpieza higiénica y automatizada de cintas transportadoras
La unidad de limpieza in situ (CIP, por sus siglas en inglés) es un equipo con diseño higiénico de última generación. Se inspira en las directrices de diseño de EHEDG, USDA y 3-A.
Además, es fácil de instalar, ya que es compatible con todas las cintas transportadoras convencionales. Disponemos de tres tipos de montaje diferentes, dependiendo de si desea montar la unidad CIP en un tubo cuadrado, cuadrado acodado, o redondo.
Una vez instalado, minimizará la contaminación y la proliferación microbiana, y aumentará su nivel de higiene. La unidad CIP tiene capacidad de ajuste angular de ambas barras.
Las unidades CIP desempeñan un papel fundamental en el cumplimiento de las estrictas normas de higiene de la industria alimentaria. Estas unidades automatizan el proceso de limpieza, garantizando la desinfección completa de todas las piezas de su equipo. Esta rutina de limpieza uniforme y fiable es esencial para prevenir la contaminación, mantener la seguridad alimentaria y cumplir las normas de higiene del sector.
La limpieza manual puede requerir mucho tiempo y trabajo. Sin embargo, los sistemas CIP agilizan el proceso de limpieza, reduciendo significativamente el tiempo de inactividad. Con la limpieza CIP, sus equipos se limpian con mayor rapidez y eficacia, lo que permite aumentar la productividad en el procesamiento de alimentos. Esta mejora de la eficacia operativa se traduce en un aumento general de la productividad.
Aunque la inversión inicial en un sistema CIP puede parecer elevada, a la larga resulta rentable. Al reducir los costes de agua, productos químicos y mano de obra, la limpieza automatizada minimiza los residuos y reduce las facturas de consumos. Además, la menor necesidad de mano de obra permite a sus empleados centrarse en otras tareas importantes, lo que aumenta aún más la eficacia operativa.
La limpieza periódica y a fondo que proporcionan las unidades CIP ayuda a mantener su equipo en condiciones óptimas. Al evitar la acumulación de residuos y elementos corrosivos, los sistemas CIP prolongan la vida útil de sus equipos, reduciendo la frecuencia de reparaciones y sustituciones.
Invertir en una unidad CIP es una decisión estratégica para cualquier instalación de procesamiento de alimentos que pretenda mejorar la higiene, la eficacia y el cumplimiento de las normativas, minimizando al mismo tiempo los costes y el desgaste de los equipos. Es una inversión que aporta resultados en términos de seguridad, productividad y ahorro a largo plazo.
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